En el Estado de México, la tasa de población infantil que ejerce algún empleo, representaba en el 2015 el 6.9 por ciento, sin embargo, en los dos últimos años registró un repunte del 8.8 por ciento, lo que ha encendido las señales de alerta en el gobierno estatal, porque se trata de un sector que debería asistir a la escuela.
La secretaria del Trabajo estatal, Martha Hilda González Calderón, informó que actualmente las labores más peligrosas que desempeñan los menores en la entidad mexiquense se desarrollan en: ladrilleras, restaurantes, talleres y en la vía pública.
"Las ladrilleras es dónde los menores pueden estar inhalando los tipos de gases que desprenden al realizar estos trabajos y los restaurantes donde llegan a cubrir horarios muy tarde", comentó la funcionaria estatal.
La Secretaría Ejecutiva del Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes en la entidad, informó que trabaja en el diseño de un protocolo de actuación para erradicar el trabajo infantil.
Otro de los lugares donde menores de edad ejercen trabajo, aun cuando están en contacto con solventes, pegamentos así como con tijeras, navajas y otros instrumentos, son los talleres de calzado de San Mateo Atenco, sin embargo, las autoridades poco pueden hacer para alejarlos de esta práctica, ya que en muchos casos se trata de talleres familiares, donde los menores heredan el oficio de sus padres.
"Es como la línea muy tenue entre lo que es un trabajo familiar dónde los niños están ayudando a sus padres y a sus abuelos, pero la ley es muy clara, que no sean trabajos que los pongan en peligro, que no sean trabajos que los limite a estar yendo a la escuela, entonces si no está permitido y por supuesto no se puede tener laborando a un menor de 15 años de edad", señaló la titular del ramo.
De acuerdo con cifras del INEGI, en la entidad mexiquense existen al menos 225 mil niños que realizan algún tipo de actividad económica, en negocios familiares o de terceros, limpiando vidrios o vendiendo dulces en las principales avenidas de la ciudad.