Desde los primeros segundos de este 12 de diciembre, las serenatas comenzaron a irrumpir el silencio nocturno, “Hoy por ser día de su santo, le venimos a cantar” resonaba en altares, iglesias y las calles, entonado por miles de fieles guadalupanos que celebran hoy que hace 488 años, la Virgen de Guadalupe se apareció en el Cerro del Tepeyac.
En el Estado de México, la fe se demostró así, cantando, orando, también bailando, conviviendo entre feligreses, con pirotecnia y ferias, pocos fueron los lugares en los que la verbena no se escuchó.
La madrugada transcurrió, y en punto de las 6:30, de nuevo las mañanitas, seguidas de la canción “La Guadalupana”, en las iglesias, en especial en la de San José Obrero en Metepec, hizo eco.
Mientras coreaban “Desde el cielo una hermosa mañana, la Guadalupana, la Guadalupana, la Guadalupana bajó al Tepeyac”, los rostros llenos de fe, los corazones deseosos de pedir un milagro, ya fuera para salud, protección o estabilidad económica, se fueron abriendo paso.
Las miradas hacia al cielo, las manos juntas y en medio un rosario, o bien, con imágenes de la Virgen Morena, fueron parte del lienzo que la devoción guadalupana dibujó.
“Cuando operaron a mi hija, es una fecha que marcó mi vida, el 17 de marzo de hace dos años, yo fui a la Basílica a la peregrinación y anoté la fecha y a mí hija se le solucionó por medio de un seguro que no conseguía, porque no teníamos para la operación”, comentó Ana de Luna, quien llegó temprano a rendir tributo a la que le hiciera el milagro de salvar la vida de su hija.
El sonido de las guitarras, las trompetas levantándose, la voz del mariachi todos entonando la misma canción: Gracias, madrecita.
Pero el festejo no se quedó en los templos católicos.
También desde temprano los carteros, alrededor de 24, llegaron a la Catedral de San José a rendir pleitesía, pues aseguran que ella, su santa patrona, la que los cuida cuando salen a circular en moto, a entregar el correo de miles de personas, en una ciudad cada vez más feliz, más iracunda, más falta de empatía.
Y no fueron los únicos, mientras taxistas acudieron a misa e hicieron bendecir las unidades a través de las cuales llevan el pan a casa, a los camioneros la gente les puso una Estrellita en la frente.
“Vinimos a dar juguetes y comida a los que están esperando afuera del Hospital para el Niño porque la Morenita nos da tanto, que tenemos que regresarle un poco a ella, un poquito nada más de lo que nos da”, comentaron.
Uno de los elementos a resaltar durante las celebraciones fue la pirotecnia, lo que dejó una mala calidad del aire pues a las 9:00 de la mañana se contabilizaban 118 partículas menores a 10 micras (PM10) y 108 menores a 2.5, lo que es dañino para la población sensible.