En el Estado de México, no se cuentan con cifras reales de asesinatos de mujeres y el parentesco del homicida, y es que en más de siete años no se actualiza el subregistro por parte de institutos como el INEGI, lo que genera una cifra negra en delitos como Feminicidios, detalló Martha Nateras González, investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEM.
"Históricamente el tema de la violencia en contra de las mujeres y la violencia letal tienen poco de haberse reconocido, si nosotros observamos los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y el INEGI es muy reciente el registro de las formas de violencia".
Detalló, que en el caso de la Encuesta Nacional de Dinámica en los Hogares, su actualización es esporádica, desde que se creó en 2003, el documento sirve para identificar cuatro tipos de violencia que se ejerce en contra de las mujeres y son la emocional, psicológica, sexual y laboral.
"El último levantamiento de censo que se hizo fue en 2016 y arroja datos muy interesantes, de quienes ejercen violencia en las mujeres a partir de los 15 años pero no hay una emisión reciente"
En tanto el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, comenzó a contabilizar el feminicidio desde el 2016.
"Apenas en 2016 pero con una serie de deficiencias lamentables porque lo único que nos muestra esta encuesta son primero el número de Feminicidios y el tipo de arma que usó el agresor o feminicida en contra de la mujer, arma blanca, arma de fuego y otro, por supuesto los datos más relevantes no los ofrece".
Desde el 2012, ante el Instituto Nacional de Estadística y Geografía no se tienen nuevas cifras de las razones del porqué una persona agrede a una mujer y del lugar donde se registran los hechos.
"Entonces qué quiere decir, con esto que tiene poco que se empieza a reconocer donde se ejerce el lugar donde se agrede a una mujer por parte del INEGI, desde el 2012 que se levantó un hecho, vemos que las estadísticas del INEGI no logran tener los datos para atender la violencia en contra de la mujer".
Finalmente, un dato que podría servir incluso para detener a los presuntos feminicidas es el parentesco del agresor, ya que también desde el 2012 las cifras son "vagas".