El envejecimiento es el factor más importante para desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Por eso es de suma importancia determinar si se está envejeciendo de manera sana o si existe un deterioro cognitivo que derive en el desarrollo de demencia, señaló en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) la especialista en psiquiatría, Marely Bravo Muñoz.
La fundadora del Instituto Nacional de Neurociencias y Salud Mental (INNSAM) apuntó que si bien, en el envejecimiento hay un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, los sujetos siguen conservando su personalidad e intereses de su vida adulta, además de la memoria de procedimiento, encargada de almacenar la información a largo plazo.
En la conferencia virtual “Alzheimer ¿envejecimiento o demencia?”, organizada por la Organización Estudiantil en Pro de la Salud (OEPSA) de la Autónoma mexiquense, Marely Bravo Muñoz indicó que los cambios de las funciones cognitivas y conductuales o de funcionalidad en la vida cotidiana no son sinónimo de envejecimiento sino de un deterioro cognitivo que puede llevar a algún tipo de demencia como el Alzheimer.
Ante estudiantes de las áreas de la salud de la UAEMéx, la egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aseveró que el deterioro cognitivo puede ser de leve a severo y se trata de un estado continuo, lento y progresivo de tipo amnésico o no amnésico. Indicó que el Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa y es el tipo de demencia más común en el mundo, de 60 por ciento hasta 80 por ciento de todas las demencias.
Marely Bravo Muñoz manifestó que las causas de la enfermedad de Alzheimer son multifactoriales. El 2 por ciento se debe a herencia y el resto son casos esporádicos que pueden derivarse por la acumulación de la proteína Beta Amiloide. Entre los factores de riesgo están la diabetes, hipertensión, tabaquismo, alcoholismo, sedentarismo y la dieta hipercalórica. Aseguró que a medida que avanza la enfermedad, el tejido cerebral se contrae, los ventrículos se hacen más grandes y se dañan las funciones cognitivas.
La experta en pacientes con demencia instó a los alumnos de la máxima casa de estudios mexiquense a evaluar factores de riesgo y tamizaje para la detección oportuna de esta enfermedad. Indicó que para su diagnóstico es necesaria la evidencia del deterioro cognitivo y de una alteración en la funcionalidad. “46 por ciento de personas con este deterioro evoluciona a demencia”, dijo.
Marely Bravo alertó que el mundo está envejeciendo, pues entre 2020 y 2030 el porcentaje de habitantes del planeta mayores a 60 años aumentará 34 por ciento. “Actualmente existe una inversión de la pirámide poblacional impresionante, puesto que existen más personas que tienen 60 años que niños menores de 5 años, de manera que el reto como especialistas en salud es grande”, concluyó.