“Muchas veces pensamos que tenemos que ir a comunidades como en el estado de Oaxaca o Chiapas para encontrar todo este tipo de representaciones de zonas indígenas, como que las vemos muy lejanas”, así lo dice Cristian Reynoso, cronista municipal de Metepec, al explicar el encuentro de música y danza que se vivió este martes en el centro del municipio de Metepec en la edición 2019 del paseo de la Agricultura.
Esta celebración, dice, debe entenderse no solo como uno de los recorridos tradicionales en honor a San Isidro Labrador, sino como la muestra más representativa del sincretismo religioso de este valle; la cual, advirtió, en algún momento estuvo cerca de perderse.
“En los 90 como bien lo mencionas se adaptaron nuevas costumbres y se fue perdiendo un poco esa esencia de la religiosidad y del sincretismo que mostraba el paseo de la Agricultura, sin embargo las últimas administraciones de gobierno de Metepec de que sea una celebración dedicada a la Agricultura y a la veneración de un santo católico”.
Hoy, dice, las Mojigangas, los carros alegóricos y los bailes han recuperado su origen litúrgico; sin embargo, reconoce que el hombre vestido de mujer, es clave para la fiesta, la “tlacualera” como se le identifica es la representación de la participación de la mujer en la actividad agrícola, acompañando la yunta.
“Los hombres aquí en el paseo de la Agricultura con la enagua, con la blusa de mar, con trenzas; y además dentro de su canasta llevan elementos de comida para llevarles a sus maridos en la labor agrícola, esa es la participación tan importante de ellas” dijo.
De igual forma hoy los retablos buscan retratar un pasaje de la vida del santo patrono, San Isidro labrador, las semillas simbolizan la unión de la religión prehispánica con la religión católica, dando gracias por la cosecha del ciclo pasado y pidiendo buen tiempo en los temporales por venir.
De manera general, este año en el encuentro del Pueblo Mágico participaron 215 cuadrillas en las que el principal llamado fue reducir la quema de pirotecnia.