En el Estado de México habitan un millón 673 mil niñas, de las cuales 57 mil 512 tuvieron o tienen un embarazo entre los 15 y 19 años; sin embargo existen casos de pequeñas menores de 15 años que también se encuentran en ésta situación, la mayoría de ellos como resultado de algún tipo de violencia sexual.
De acuerdo con el Consejo Estatal de Población (COESPO), estos casos de embarazo infantil ascienden aproximadamente de 946, según las últimas cifras que recabaron y que a pesar de no ser un número alto en comparación con los casos de mayores de 15 años, es una cifra que se debe erradicar.
Es por ello que se está realizando un trabajo conjunto entre distintas dependencias para no solamente combatir dichas situaciones de violencia sexual sino para tener un acercamiento hacia los jóvenes, con la finalidad de brindarles programas de educación sexual e intentar cambiar el paradigma del embarazo adolescente, que prevalece en las zonas rurales de la entidad.
“Hay muchos municipios que el embarazarse joven no es que metieron la pata, al contrario es una decisión de vida y que dicen bueno ya termine la secundaria, que es lo que sigue, casarme.”, comentó Susana Martínez, investigadora.
Si bien la media estatal del número de hijos es la misma que la cifra a nivel nacional, 2.13 hijos por mujer, la meta de los programas gubernamentales es crear una reducción sobre todo en las niñas menores de edad, pues según los datos presentados por COESPO la calidad de vida se ve disminuida cuando una menor es madre, tanto para ella como para el bebé.
Son las zonas urbanas en donde se encuentra la mayor cantidad de embarazos no planificados, mientras que en las zonas rurales es un problema de formación. Es por ello que son estos lugares los que se sitúan en los primeros lugares de la tasa de natalidad estatal.
La lista de los municipios que encabezan la tasa por cada 100 nacimientos es Santo Tomás, Papalotla, Tenango del Aire, Tlalmanalco y Atlahutla, todos situados al oriente de la entidad en la Zona Metropolitana del Valle de México.