La educación de calidad, la ética, la honestidad y los valores son parte del camino que como sociedad tendremos que recorrer si queremos combatir la corrupción en el país, afirmó el director de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma del Estado de México, José Dolores Alanís Tavira.
Al participar en el conversatorio virtual “Pandemia de la Corrupción”, que se llevó a cabo en el marco del Día Internacional contra la Corrupción, que se celebra el 9 de diciembre, Alanís Tavira reflexionó sobre algunos mitos que envuelven el concepto de corrupción; por ejemplo, que es una acción exclusiva de los gobiernos y que solo se anida en el sector público, cuando se ha demostrado que también ocurre en el sector privado y social.
Otra creencia, señaló, es que aumentando el salario a los servidores públicos la corrupción se acabará, cuando ha sido comprobado que no necesariamente un sueldo elevado impide ejercer prácticas corruptas o que esta acción es propia de las personas que son consideradas pobres económicamente.
“No es subiendo el sueldo de servidores públicos como se puede poner el freno a la corrupción, que radica en los principios y valores que poseen los funcionarios; la forma de conducirse dependerá del desarrollo ético que posea cada individuo, independientemente de que si gana poco o mucho”.
Otro mito con respecto a la corrupción, precisó, es que a mayor grado de estudios, menor corrupción. Recordó que incluso algunos analistas sostienen que una variable puede ser el nivel de estudios, ya que se cree que cuando se tiene una alta formación o se estudia en el extranjero se es menos corrupto.
“Sin embargo, vemos muchos ejemplos en los que hombres de prestigio cometen actos de corrupción, es decir, entre más capacidad intelectual o más estudios tienen es más grave la corrupción”.
Asimismo, puntualizó, es falso que sea una acción propia del género masculino, ya que está demostrado que existe equidad en la comisión de actos corruptos. Además, “la gran cantidad de leyes no es garantía por sí misma de combatir la corrupción, puesto que la eficacia del cumplimiento de las leyes está en el sometimiento de todos”.
José Dolores Alanís Tavira sostuvo que la corrupción es un fenómeno antiguo y no resultado del neoliberalismo, el cual no solo es propio de los países en desarrollo, sino también de los de primer mundo como lo refiere el indicador mundial Transparencia Internacional.