De acuerdo con los datos emitidos por la Secretaría de Salud federal, el Estado de México es la segunda entidad del país con más médicos, enfermeras y personal hospitalario infectado de COVID-19. En esta demarcación, ya suman más de 3 500 contagios entre los trabajadores de salubridad, de los cuales 631 son activos, es decir, que han contraído la enfermedad en los últimos días, mientras que se han reportado 28 decesos.
Ante esta situación, la enfermera Julieta, quien labora en el hospital Adolfo López Mateos, y en el que hace algunos días el personal médico se volvió a manifestar por la falta de insumos para hacer frente al COVID-19, mencionó que los contagios se deben, principalmente, a la carencia de material de seguridad para laborar, así como a la falta de protocolos en algunos hospitales, no sólo de la entidad, sino de todo el país.
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Agregó que muchos médicos y enfermeras han tenido que comprar sus propios equipos de protección, pues la dotación enviada por el Instituto de Salud sólo alcanzó para cubrir las primeras semanas de la pandemia; situación que ha provocado que varias enfermeras, camilleros y médicos resultaran contagiados de COVID-19, por lo que se les otorga incapacidad durante 20 días, implicando que las cargas de trabajo para quienes se mantienen atendiendo a los enfermos sea mucho mayor, pues no han enviado personal para sustituir al faltante.
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“Muchos de los directivos y funcionarios del sector salud se paran el cuello con el trabajo de los que nos encontramos en la línea de batalla. Quienes padecemos somos nosotros y nosotros somos quienes nos entregamos y sacrificamos, incluso alejándonos de la familia para no contagiarlos. Los directivos y funcionarios nunca bajan a piso o a verificar en qué condiciones estamos", expresó la enfermera.
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Una de las principales preocupaciones que se tiene en la entidad es que la pandemia se encuentra en su pico más alto y la saturación de los hospitales ya se empieza a reflejar. Comienzan a escasear cubrebocas, guantes y hasta trajes Tyvex para protegerse durante la atención de enfermos COVID, así como el personal médico derivado de los contagios de los mismos, ya que una sala con 20 enfermos está siendo atendida sólo por dos enfermeras durante cada turno, lo que implica grandes cargas de trabajo para el personal que continúa laborando.
Cabe mencionar que durante la manifestación que realizó el personal de salud del hospital Adolfo López Mateos, el pasado miércoles, por la falta de insumos, también se exigió que se otorgara plaza para el personal de salud que se encuentra laborando bajo contrato desde hace dos o tres años, así como a quienes fueron recién contratados por el Instituto de Salud y Bienestar federal y fueron asignados a Toluca, mismos que denunciaron que todavía no reciben su pago, a pesar de que ya pasó más de un mes de que comenzaron a laborar.