Más de 500 días pasaron desde que su familia vio por última vez a Edgar. Salió de su domicilio en abril de 2019 y nunca más se le volvió a ver con vida, sus restos fueron extraídos de un tambo sumergido en las aguas de las ciénagas de Lerma el pasado jueves.
La investigación realizada por la fiscalía mexiquense, llevó a la captura de tres sujetos, Juan Antonio “N”, quien fue detenido en julio de 2020; así como Octavio “N” y Hueman “N”, detenidos en agosto de este año.
Sin embargo, el presunto autor intelectual del homicidio, Hueman Valente Rendón Arenas, continúa prófugo de la justicia y se ha emitido una alerta de búsqueda por parte de las autoridades mexiquenses.
Familiares de Edgar Villalba, señalaron que su localización, fue una ardua búsqueda en la que se enfrentaron a la inactividad de la fiscalía mexiquense, así como al tráfico de influencias y corrupción que prevalece en esta dependencia.
“Fue mucho tiempo perdido, mucha corrupción, tráfico de influencias, protección para esta persona. Nunca dejamos de ver, de insistir, de que no pasara un día en que no lo buscáramos, que no presionáramos para localizarlo. Amigos, familia, todos nos unimos para localizarlo”, comentó Bibiana Villalba, hermana de Edgar.
El desenlace de este trágico crimen no ha terminado, aún falta por localizar a uno de los implicados, sin embargo, la búsqueda por ubicar a Edgar, culminó al encontrar el tambo donde se hallaban sus restos, sumergidos en las ciénagas del Río Lerma.
El móvil del crimen hasta ahora es el pago de una deuda que tenía Edgar con Hueman Valente, a quien vería el día de su desaparición, el 22 de abril del 2019 en San Miguel Apinahuisco.
Para la familia de Edgar la incertidumbre terminó después de más de un año de desaparecido, sin embargo, la justicia para este joven y sus allegados aún no ha llegado.
