Maurilio Hernández, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), no descartó que este organismo llame a comparecer a la secretaria de Seguridad estatal, Maribel Cervantes, para que clarifique los supuestos encuentros entre jefes policiacos de los ayuntamientos e integrantes del crimen organizado, con el propósito de tomar cartas en el asunto, pues de ser el caso se trata de un tema de Estado.
“Vamos a buscar a la secretaria, es una parte obligada compartir la información para tomar cartas en el asunto en el ámbito de nuestra responsabilidad”, dijo, tras precisar, no obstante, que si los encuentros han sido confirmados por la funcionaria, la fuente debe darse por válida porque con seguridad se encuentra respaldada por el servicio de inteligencia correspondiente.
El además coordinador del grupo parlamentario de Morena aclaró que los diputados no han recibido ninguna queja de los ayuntamientos en el sentido de que están siendo presionados por las bandas criminales; tampoco, aseguró, tienen información sobre las supuestas reuniones, por tanto, de igual manera resultaría irresponsable marcar una posición sin sustento.
En contraste, indicó que cuando los encuentros han sido admitidos por la titular de Seguridad Pública estatal, adquieren un carácter de interés de Estado y así deben ser tratados:
“Si la fuente fue la secretaria, debe ser fidedigna, pero muy preocupante, si ya viene de una fuente oficial, toma ya un carácter de interés de Estado, porque mientras son especulaciones o suposiciones o versiones, no deja de manejarse en la nube, pero el problema es cuando ya tiene una fuente, y en un momento dado debe dar una explicación al respecto”, apuntó.
Hernández González recordó que es facultad de la Secretaría de Seguridad estatal la certificación de los mandos e integrantes de las corporaciones policiacas, por lo que deberá ponerse atención en el tema.
El morenista también reconoció la posibilidad de que detrás de las filtraciones o señalamientos sobre estas reuniones (que básicamente refieren municipios gobernados por su partido) existan intereses partidistas, pero confió en que se trate de una revelación de buena fe.
“En política no hay casualidades; si alguien quisiera aprovecharlo para darle un matiz político, no nos sorprendería, sin embargo, doy el beneficio de la duda a la secretaria”.
Además, recordó que ninguna de las administraciones está exenta de este fenómeno que se viene arrastrando desde hace décadas y por eso obliga a los alcaldes a cuidar el perfil de las personas que contratan para un propósito tan delicado: la seguridad pública. “El problema, desde una visión de estado, no tiene que ver con colores; es un problema social, de seguridad, de riesgo, de descomposición, y no hay municipio o instancia exento de ser infiltrado”, dijo.
Finalmente, enfatizó que la Secretaría de Seguridad debe tomar las medidas que considere pertinentes tras el supuesto encuentro, pues es la instancia encargada de ubicar el problema y tomar medidas.