Apoyar a las pequeñas y medianas empresas y evitar compras de pánico son dos medidas que podemos poner en práctica para aminorar el impacto negativo que en el ámbito económico tendrá en nuestro país la contingencia por la COVID-19, afirmó el investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma del Estado de México, Pablo Mejía Reyes.
El integrante del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) de la UAEM destacó que para aminorar el cierre de negocios y la pérdida de empleos durante la contingencia sanitaria, como consecuencia de la baja demanda de productos en general, los mexicanos podríamos comprar alimentos, despensa y otros artículos en el comercio local.
El integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) reconoció que la mayoría de la población no puede acatar la cuarentena, como consecuencia de su condición económica, que apenas le permite vivir al día.
Por ello es aún más importante, puntualizó, que quienes si pueden quedarse en casa lo hagan y cumplan con las recomendaciones de las autoridades de salud, con la finalidad de evitar un contagio prolongado.
“Hay un segmento de la población que puede mantener sus gastos de manera racional, para el que no sería problema hacer uso de estos servicios, apoyar a los negocios locales, que son los primeros que experimentarán el impacto negativo de la economía”.
Por otra parte, Pablo Mejía Reyes refirió que sin duda, hay que ser precavidos y comprar lo necesario para no salir de manera regular, pero las compras de pánico generan más miedo.