Después de varias semanas, doña Celia Arroyo y Lady Plácido, madre e hija de Daniel Plácido, sentenciado a 65 años de prisión con apenas un señalamiento en que la víctima reconoce a su agresor porque era “moreno” y estaba “mugroso”, pudieron visitarlo en el Cefereso 4 “Noroeste” de Nayarit al que fue trasladado de forma involuntaria.
Daniel es uno de los siete integrantes de la plataforma Haz Valer Mi Libertad que fueron trasladados a penales fuera de la entidad bajo el argumento de que ponían en riesgo la gobernabilidad de las cárceles estatales en que se encontraban.
Lady Placido, además vocera de Haz Valer Mi Libertad, denunció que los traslados no consensuados son arbitrarios, irregulares e ilegales, pues la norma vigente establece que el interno debe ser remitido al centro penitenciario más cercano a su domicilio. Por tanto, no descartó que los traslados respondan a una represalia por su lucha.
José Antonio Lara, abogado del Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero (CDHZL), coincidió en que los movimientos pueden tener por objetivo intimidar y atemorizar para evitar que se conozcan las irregularidades detectadas en estos procesos y evitar más denuncias sobre anomalías en los centros de reclusión.
El abogado recordó que, conforme a la ley, un traslado involuntario a un penal federal de alta peligrosidad, como el de Nayarit, sólo se justifica si el interno está enfermo y se le va a atender en el penal al que se traslada, o si fue procesado o sentenciado por delincuencia organizada, al tratarse de un ilícito federal.
No obstante, en estos siete casos, la autoridad penitenciaria estatal arguyó que ponían en riesgo la gobernabilidad de las cárceles en que se encontraban, y soportaron sus dichos con supuestos dictámenes psicológicos que “evidencian” que los trasladados son poco sociables y tienden a la violencia.
De los siete trasladados, dos personas privadas de la libertad se encontraban en el penal de Santiaguito, en Almoloya de Juárez; dos más en Barrientos, Tlalnepantla; otros dos en Zumpango y uno en Chiconautla, Ecatepec.
En éste último, el CDHZL logró su regreso tras comprobar que no se justificó fehacientemente que pusiera en riesgo la “gobernabilidad” del centro penitenciario.
La visita fue posible vía donativos e implicó dos días, pues el simple traslado de ida y vuelta desde la capital mexiquense implicó al menos 20 horas por la distancia superior a los 750 kilómetros que separa a ambas ciudades; partieron el pasado lunes alrededor de las 14:00 horas; la visita se concretó este martes y el regreso fue por la noche. Apenas hace unas horas, las visitantes llegaron a sus casas.