El aislamiento generado por la pandemia del coronavirus, a provocado que la población aumente los índices de consumo de alcohol, tabaco e ingesta de drogas, en el país; factores que los especialistas en salud atribuyen a los trastornos mentales, generados por el confinamiento social, ya sea estrés, ansiedad, depresión o cambios de ánimo; padecimientos que pueden llevar a los excesos del consumo de estas sustancias.
De acuerdo con datos emitidos por la Secretaría de Salud y la más reciente Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, en México alrededor de 16 millones de personas consume tabaco y el consumo por persona de bebidas alcohólicas alcanza más de 7 litros al año.
Al respecto, la Lic. Francisca Aurelia Ruiz Vázquez, Jefa del Departamento de Psicología de la Clínica Multidisciplinaria de Salud del UAEM, explicó que los cambios emocionales que se pueden originar por el aislamiento o bien por la desinformación que se crea por esta enfermedad, a provocado un mayor consumo de alcohol y tabaco en la población tanto en la entidad mexiquense como a nivel país.
"La ansiedad y el estrés que presentan algunas personas por el aislamiento social ha generado que se produzcan factores psicológicos y emocionales, causando que se consuma más alcohol o fumen más por estos padecimientos, sintiendo con el alcohol o el tabaco una idea de relajación, evadiendo de cierta forma, estos padecimientos", señaló.
Otra de las razones a la que se le atribuye el consumo de estas sustancias en esta contingencia, es a las compras de pánico de alcohol y cigarros, luego de que se diera a conocer que la producción de cerveza y cigarros se pararía, tras declarada la emergencia sanitaria COVID-19; teniendo un incremento del 31 por ciento en el consumo de cigarros en la semana del 23 al 29 de marzo; mientras que en la última semana de marzo las compras de bebidas no incrementó, pero en el mes de abril se aumentó hasta en un 23 por ciento.
Finalmente, la Jefa del Departamento de Psicología de la Clínica Multidisciplinaria de Salud del UAEM, aseguró, que la gente está expuesta a cualquier situación de estrés como en el caso del confinamiento, porque lo que esta etapa puede ser una conducta problemática, ya que la gente que tenía un consumo no saludable, ahorita puede estar consumiendo más cigarrillos o alcohol, pudiendo aumentar la probabilidad de generar una adicción.
“Durante el aislamiento, se ha podido observar que la gente pasa por procesos de estrés, angustia, ansiedad, miedo y depresión; y nosotros sabemos que una de las principales causas de consumo de alcohol y otras drogas, son estos padecimientos precisamente”, finalizó.
Cabe mencionar, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó, que el consumo de bebidas alcohólicas o tabaco, sobre todo si es excesivo, debilita el sistema inmunitario, reduce la capacidad para hacer frente a las enfermedades infecciosas, y en algún momento podría aumentar el riesgo de síndrome de dificultad respiratoria aguda, una de las complicaciones más graves del COVID-19.