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El rebozo es uno de los principales elementos de la cultura mexicana, sus colores, diseños y textura lo hacen único, sin embargo, con el paso del tiempo está prenda ha tenido la necesidad de innovar, por ello artesanas de Tenancingo lo han convertido en piñatas.

“Dentro de mi visión de mis diseños, si hay un poquito de conflicto con otras generaciones que han utilizado durante muchos años el rebozo, pero creo que es algo importante porque de esta forma podemos darle continuidad al uso del rebozo, a veces ya no lo podemos utilizar de forma tradicional por el mismo contexto en el que vivimos, pero buscar formas para incluirlo en la vida cotidiana es algo que me encanta hacer” platica Ángeles Ortega, artesana de Innovación.

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El trabajo para obtener está artesanía es manual, no se utiliza ninguna maquinaria, ya que las artesanas cortan los moldes, con el rebozo y le dan forma a la piñata con los conos de cartón.

“Si, todo el proceso es manual, todas las costuras son hechas a mano, todo lo que va forrado se tiene que pegar, cortar, incluso estar midiendo, peinando los hilos, todo es completamente a mano”.

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El tiempo para elaborar una piñata es de tres horas, por día las artesanas llegan a hacer hasta seis por lo que la producción por mes rebasa las 30 siempre y cuando exista demanda y almacenamiento de rebozo.

“El rebozo es 100% algodón, y es que se presta mucho para nosotros para poder innovar para poder realizar una prenda, y este pues con cartón y lo rellenamos con una bolita de unicel, por eso se presta mucho, por ello el tiempo para elaborar es de tres horas en lo que pasamos al molde y comenzamos a cortar, yo me dedico a forrar la esfera”.

Quienes son parte del colectivo Arte Tenancingo, buscan en la innovación un espacio para que el rebozo no se pierda y que se siga viendo plasmado en este tipo de artículos navideños.