Las entrañas de los bosques del Valle de Toluca, siguen siendo devastados por la tala ilegal un problema grave que no ha sido detenido por ninguna autoridad y es que todos los días se pueden observar de tres a cuatro camiones que transportan madera sin contar con los permisos necesarios en municipios como Ocuilan, Texcaltitlán, Ocoyoacac, Tepotzotlán y Tenancingo.
De acuerdo con ejidatarios, por día se llegan a talar más de 300 árboles de las especies de oyameles, pinos, encinos y cedro rojo.
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“El impacto que genera la destrucción del bosque es enorme, porque de él se abastece la Ciudad de México en un 70 por ciento de agua, Cuernavaca Morelos en un 100 por ciento y el Valle de Toluca en un gran porcentaje por eso la importancia que tienen los bosques de agua, además de la riqueza biológica que representa” detalló, Eduardo González, presidente municipal indígena de San Juan Atzingo.
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Este problema se ha agudizado desde el año 2000, sin embargo, se fue agravando en los últimos cinco años en el Valle de Toluca.
“Nosotros hemos comprobado que los camiones que van a cargar madera a los aserraderos clandestinos llevan documentación autentica expedida por SEMARNAT son notas de remisión, que obviamente esta dependencia no se los da a esos camiones, sino se los da a otros aserraderos que si están registrados y cuentan con los requisitos, pero hacen mal uso de ellos”.
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Tan solo en San Juan Atzingo, los aserraderos clandestinos aumentaron en un año de 10 a más de 16.
“Se ha a duplicado a pesar de que el problema se ha denunciado ante las autoridades federales que han dicho que se hacen operativos pero en realidad no es así el problema es más fuerte”.
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Si bien las autoridades de seguridad han señalado que existe vigilancia en las zonas boscosas por parte de la Guardia Nacional, Policías estatal y municipal, los ejidatarios desmienten está situación y advierten la necesidad de crear una policía comunitaria.