El programa de brazalete electrónico para preliberar a los reos de baja peligrosidad no es tomado como una segunda oportunidad por todos los beneficiarios, pues desde que se inició con el programa, este ha sido retirado a 25 personas por diferentes faltas, ocho de ellos en lo que va del 2019.
El caso más reciente fue el de Fernando Cadmiel, quien habría dejado el penal con el brazalete -se encontraba recluido por robo con violencia a lugar cerrado-, y regresó porque violó a su expareja.
Desde que el Gobierno del Estado de México puso en marcha el programa de preliberación de reos mediante el monitoreo de brazaletes electrónicos, han sido beneficiados mil 418 presos.
El programa tiene como función la reintegración a la sociedad y al núcleo familiar, se les concede un radio de movimiento para realizar sus actividades diarias y terminar su sentencia fuera del penal.
Los internos son propuestos por un consejo técnico conformado por jueces, especialistas en seguridad, trabajo social y psicología. El otorgamiento lo determina el Juez de Ejecución de Sentencias del Tribunal de Justicia del Estado de México.
Las condiciones que deben cumplir para ser candidato a este programa son no tener una sentencia mayor a 15 años, que el delito por lo que está privado de su libertad no sea grave, así como contar con un empleo y tener un domicilio fijo.
Posterior a la liberación, otro de los requisitos que deben cumplir es asistir las veces que sean necesarias a las audiencias y cumplir con el calendario de revisión para el desarrollo de las diligencias relacionadas con su proceso.
Los delincuentes preliberados son monitoreados por personal que está adscrito a la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SS), instancia que informa al juez sobre el comportamiento de la persona.
Durante 2017 y 2018, 25 brazaletes electrónicos fueron retirados: seis por cometer un nuevo delito, 16 porque el reo trató de quitárselo y tres más por faltas reiteradas menores al reglamento, como salir del área o perímetro de la ruta del transporte establecidas e incluso ingerir bebidas etílicas o probar alguna droga, ya que esto no está permitido.
El programa está dividido en tres partes, la primera es la medida preliberacional, la segunda como sustituto del penal y de medida cautelar.
En 2017, la primera mujer mexiquense que contó con este beneficio fue Lucia "N", quien está cumpliendo sentencia por el delito de robo, en un inicio fue encarcelada en el Centro de Readaptación Social de Cuautitlán México, luego de que un juez le dictó sentencia de 3 años, por ser considerada como primodelincuente, es decir, no contar con una pena no mayor a 15 años y estar acusada de un delito no grave.
La Secretaría de Seguridad del Estado de México (SS), informó que, en lo que va del 2019, ocho de estos dispositivos han sido retirados por diferentes circunstancias.