Olivia es una gata cruzada con una mirada única: cada uno de sus ojos son mitad verde, mitad azules, lo que le da un aspecto de lo más llamativo.
Que algunos gatos tengan los ojos de distinto color se conoce como heterocromía, una anomalía del ojo -que se puede dar también en perros y en personas- en la que los iris son de diferente color, total o parcialmente.
En el caso de Olivia se trata de una heterocromía parcial del iris por la cual el iris de un ojo se divide en dos colores, como verde y azul.
La heterocromía parcial del iris se transmite a través de los genes y, generalmente, afecta a los gatos blancos, como Olivia, ya que está relacionada con niveles bajos de melanina.
Al margen de esta afección, la gata lleva una vida completamente normal tal y como refleja su perfil de Instagram creado por sus dueños para compartir con el mundo la belleza de su peculiaridad.