El último caso tuvo lugar en Nueva Zelanda, cuando un equipo de investigadores de la Universidad de Auckland lograron fotografiar a un pulpo viajando sobre el lomo de un tiburón, fenómeno que bautizaron como “sharktopus”.
Mediante un comunicado, el instituto informó que la presente iniciativa pretende aportar a la comunidad científica una nueva herramienta a fin de profundizar en el estudio del sistema nervioso, aprendizaje y memoria de los cefalópodos, así como también de los mamíferos.
En las imágenes capturadas por Denise McIntyre, técnica de laboratorio en Indonesia, se puede observar como este ejemplar puede caminar con sus extremidades adoptando una postura bípeda.
Según detallan los investigadores, la identificación del Grimpoteuthis imperator fue posible tras analizar una serie de imágenes de resonancia magnética de alto campo y de tomografías computarizadas, las cuales fueron complementadas con un análisis genético de tejido.
El descubrimiento de un pulpo dumbo a estas profundidades es sorprendente y amplía el rango potencial de cefalópodos al 99%.
Pall Sigurdsson y sus amigos buscaron una solución para liberar el pulpo y ofrecerle un nuevo hogar.
