Silbidos, aullidos y rugidos que se escuchan en la selva son, en gran parte, el paisaje sonoro del mundo animal. Estas señas conforman la comunicación entre miembros de las diversas especies, las cuales, por medio de esta clase de sonidos, ahuyentan a sus enemigos o atraen a sus parejas.
Aunque, en principio, muchos de estos sonidos se convirtieron en métodos de supervivencia para algunos animales, una reciente investigación ha revelado que la exageración de este tipo de sonidos puede ser el resultado del desarrollo de la capacidad de imitar sonidos de otros animales, antes escuchados, para mandar un mensaje “falso” a sus depredadores.
“Estamos refiriéndonos a una posible evolución del lenguaje vocal de ciertos animales. Esta idea se basa en estudios previos sobre el aprendizaje vocal en los seres humanos y la capacidad para controlar tonos de voz diferentes”, señaló Maxime García, investigador y biólogo de la Universidad de Zurich, acerca del estudio.
Tradicionalmente, los científicos han razonado que el control vocal del Homo Sapiens fue un peldaño en la escalera de la evolución del habla. De hecho, el biólogo David Reby, en el 2016, argumentó que los seres humanos se habían convertido en unos “tramposos” debido a su capacidad de sonar diferente si así lo desean. Así es como los investigadores de la Universidad de Zurich quieren aplicar esta misma idea, pero en el mundo animal.
De acuerdo con la investigación, existen al menos 164 especies de mamíferos no primates que han sido aprendices vocales confirmados o que están relacionados con uno.
“El mayor impacto de este estudio será el de observar el papel del control vocal fuera de los primates y seguir comparando grandes cantidades de mamíferos. Esto es algo que realmente necesitamos hacer”, concluyó García.