Todos recordamos a Pink Floyd como una banda emblemática que cambió por completo el rock psicodélico y progresivo entre las décadas de los 60´s y 70´s. Sin embargo, alrededor de esta agrupación británica existen historias bastantes curiosas, que si bien no involucran directamente a sus integrantes, sí que tienen que ver con ellos.
Resulta que hace unos años, al Zoológico de Kansas, en Estados Unidos, llegó un flamenco (Phoenicopterus), al cual, aprovechando el color de su plumaje, decidieron nombrarlo como “Pink Floyd”.
Gracias a su particular apodo, poco a poco el ejemplar se convirtió en una de las estrellas del lugar, a tal grado de que miles de personas llegaban ahí sólo para conocerlo y verlo de cerca. No obstante, en un día como cualquier otro, esta ave se escapó y desde entonces nadie supo nada sobre su paradero.
Con el paso de los meses, los especialistas de este lugar dieron por muerto al animal, ya que éste no estaba acostumbrado a la vida fuera de un refugio; pero no pudieron estar más equivocados.
Y es que el pasado 10 de marzo, la División de Pesca Costera del Departamento de Parques y Vida Silvestre de Texas compartió un video en sus redes sociales donde explicaban que habían encontrado a un flamenco en la bahía de Cox, ubicada a unos 190 kilómetros de Houston.
Para sorpresa de todos, luego de unos análisis, las autoridades confirmaron que el ejemplar en cuestión se trataba de nada más y nada menos que de “Pink Floyd”, que llevaba cerca de 17 años desaparecido.
Como era de esperarse, la noticia sorprendió a más de uno, en especial a los encargados del Zoológico de Kansas, quienes creían que este flamenco aventurero ya había pasado a mejor vida.
Por el momento, ninguna de las instituciones ha confirmado qué es lo que pasará con “Pink Floyd”, pero lo que no está en duda es que este ejemplar se tomó muy en serio la canción “Learning to Fly” (Aprendiendo a volar), que compusiera la banda en 1987.