Estas criaturas de un metro de largo viven cerca de Australia y mueven sus aletas pectorales en la parte delantera y las aletas pélvicas en la parte posterior para caminar por el fondo marino, o incluso sobre los arrecifes de coral y fuera del agua, cuando baja la marea.
Esta movilidad les permite desplazarse entre charcos intermareales y las diferentes áreas del arrecife para cazar cangrejos, camarones, peces pequeños, y cualquier otra cosa que encuentren a su paso.
Recientemente, un estudio a largo plazo realizado por un grupo internacional de científicos, ha descubierto cuatro especies nuevas de tiburones caminantes que se agregan a las últimas documentadas en 2008, lo que da un total de nueve especies.
Gavin Naylor, director del Programa para la Investigación de Tiburones en la Universidad de Florida, explica que el hallazgo es muy inusual, ya que la evolución de la mayoría de los tiburones ha sido muy lenta.
La cañabota gris, por ejemplo, “parece haber quedado detenida en el tiempo", comenta Naylor. “Hay animales que existen hace 180 millones de años y siguen teniendo exactamente los mismos dientes”.
Naylor, explica que los arrecifes de coral en la zona donde abundan los tiburones caminantes son dinámicos, es decir, cambian continuamente según la altura del nivel del mar. Los cambios de corrientes, la frondosidad de los arrecifes y los cambios de temperatura, probablemente expliquen su rápida evolución y diversidad.