Desde 2010, la población de jaguares (Panthera onca) en México ha aumentado un 30%; sin embargo, el catalogado felino más grande de América todavía corre peligro de extinción.
De acuerdo con el último censo elaborado por la Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar (ANCJ), hoy día el número de ejemplares vivos en territorio nacional asciende a los 5 mil 326, debido, entre otros factores, a que nuestro país los declaró especie amenazada y a la expansión de las áreas protegidas, la cual permitió que se desplacen con mayor libertad, impulsando así su crecimiento poblacional.
Pese a lo anterior, la ANCJ aún no canta victoria, pues asegura que las poblaciones de jaguares requieren de 15 a 30 años de crecimiento constante para salir de su estatus actual provocado por la destrucción del hábitat, la caza ilegal, el tráfico y los conflictos entre ganaderos.