El silencio hace notorio el canto de las aves por las calles de Holbox. En los últimos días, se reportó la visita de mantarrayas a orillas de Punta Cotos.
La fauna regresa a esta zona de alto turismo; la ausencia humana permite que los animales desplieguen toda su belleza en este paraíso, bordeado por la Reserva Natural Protegida de Yum Balam.
Se espera el pronto arribo de tortugas carey, una de las especies más importantes, así como el avistamiento de delfines.
Holbox ha sido siempre un santuario de aves, donde flamencos, garzas y diversas especies migratorias toman un descanso entre manglares y áreas someras.
Desde 2019, Holbox tuvo un nuevo despertar al darse cuenta de la necesidad de cuidar su patrimonio natural. Diversas iniciativas surgieron y voluntarios se organizaron en cuadrillas de limpieza para limpiar manglares y playas de residuos humanos. Entre los involucrados estuvieron la Asociación de Hoteleros, asociaciones en pro del cuidado del medio ambiente como Ocean Conservancy o Parley, pobladores y empresarios de la isla, quienes han continuado con esta labor.
La explotación desmedida del turismo perjudica los espacios naturales y, por desgracia, podría no tener remedio. Afortunadamente, Holbox se está recuperando con acciones concretas, como la prohibición de los plásticos, cesar en la utiización de unicel y popotes, implementar brigadas de limpieza y el tratamiento de las aguas para darles diversos usos,
Por supuesto, también la actual crisis sanitarias ha contribuido para alejar a los humanos por un tiempo y lograr que la fauna recupere sus espacios naturales.