En las aguas del Golfo de California aún habita un inesperado depredador, que alguna vez dominó los arrecifes rocosos.
Se trata de la baya (Mycteroperca jordani), un pez robusto pero ágil que en sus mejores años reinó estos ecosistemas, y no por su fiereza al cazar, sino por su volumen, pues representó un asombroso 45% de las capturas de especies marinas en la región entre los años 1959 y 1960.
Para su mala fortuna, esos días de abundancia quedaron atrás hace mucho. Prueba de ello es que hoy día esta misma especie registra apenas el 1% de las capturas totales.
De acuerdo con la organización DataMares, en la actualidad la población de la baya está conformada en su mayoría por ejemplares jóvenes. Resulta que la sobrepesca, especialmente durante sus periodos reproductivos, aniquilaron casi por completo al sector adulto, reduciéndolo desde los años 40 en un 99%.
Producto de esta situación, la especie ya se encuentra en peligro de extinción al formar parte de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). En caso de desaparecer, los ecosistemas arrecifales y las economías locales entrarían en un peligroso desbalance.