Un sorprendente hallazgo podría ampliar los horizontes de las futuras investigaciones alrededor de la memoria humana y las enfermedades asociadas a su pérdida.
Se trata del descubrimiento de unas singulares medusas, las cuales son capaces de recordar y aprender de la experiencia, aún cuando carecen de cerebro.
Científicamente conocidas como Tripedalia cystophora o cubomedusas, estos organismos son apenas del tamaño de una uña, viven en manglares y utilizan su sistema visual, apoyado en 24 ojos distribuidos a lo largo de su cuerpo, para navegar por aguas turbias y superar obstáculos.
Estos animales fueron estudiados por un equipo de investigadores pertenecientes a las Universidades de Copenhague (Dinamarca) y Kiel (Alemania), quienes los sometieron a un experimento, el cual consistía en un entrenamiento para aprender a detectar y esquivar diferentes pruebas.
Tras una serie de ensayos, de siete minutos de duración cada uno, los científicos pudieron comprobar la hipótesis de que las cubomedosas adquieren la capacidad de su memoria gracias a un aprendizaje asociativo, proceso a través del cual se forman conexiones mentales entre comportamientos y estímulos sensoriales.
“Al principio, las medusas chocaban contra otros especímenes, que también fueron puestos en el experimento, así como con los límites del tanque. No obstante, al poco tiempo, empezaron a aumentar la distancia con estos obstáculos para evitar la colisión, de modo que nuestros resultados sugieren que las medusas aprenden vía estímulos mecánicos y visuales”, describe el estudio publicado en la revista Current Biology.
Por su parte, Anders Gram, autor principal del artículo, aseguró que este hallazgo abrirá líneas de investigación para detectar en qué células se aloja la memoria, y qué cambios estructurales y fisiológicos se producen en las células nerviosas cuando participan en procesos de aprendizaje avanzado.