Contrario a lo que pasa con nosotros los seres humanos, los elefantes no pueden echar mano de aplicaciones móviles para recordar el camino de vuelta a casa. Por el contrario, en los últimos miles de años, estos enormes animales han desarrollado una memoria única en el reino animal, la cual les ayuda a trazar rutas migratorias e incluso reconocer rostros familiares.
Pero eso no es todo, pues esta capacidad también les sirve para encontrar los mejores lugares de descanso, agua y comida, especialmente bajo el calor de la sabana africana, con un promedio de 30 grados centígrados en la sombra.
Precisamente, bajo estas condiciones extremas, fue que la especie encontró la solución natural de ampliar su consciencia del espacio, las condiciones climáticas y la capacidad de recordar a seres queridos.
“Ser capaz de buscar suficiente comida y agua en un entorno altamente dinámico como la sabana africana, al mismo tiempo de manejar relaciones sociales complejas y evitar el riesgo de depredación, requiere un cerebro apto que pueda procesar y recordar información detallada”, explica Graeme Shannon, profesor de zoología en la Universidad de Bangor, Reino Unido.
La memoria fotográfica de los elefantes, destaca el experto, se hace aún más necesaria durante los tiempos de sequía. Y es que además de ayudarles a recordar el camino hacia las fuentes de agua, estos paquidermos deben tener presentes aquellos puntos con vasta vegetación.