Este fin de semana en el municipio de Tlaquiltenango, muy cerca de las faldas de la Sierra de Huautla, investigadores realizaron el hallazgo de un yacimiento de fósiles de ammonites, especie de caracol de hace más de 90 millones de años de antigüedad.
Lo interesante de este descubrimiento, es que su análisis ofrecería algunas pistas sobre si en algún momento existió el mar en el estado de Morelos.
Al respecto, Ana Bertha Villaseñor, del Departamento de Paleontología del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), precisó que los restos revelarían que durante el periodo Cretácico hubo vida marina en esta zona, específicamente antes de la caída del famoso meteoro conocido por acabar con los dinosaurios.
“Se trata de una cantera con rocas sedimentarias. Ahí recolectamos algunos fósiles y logramos identificar cefalópodos fósiles, en particular ammonoideos del periodo Cretácico tardío”, comentó la especialista.
“Estos fósiles pertenecen a los géneros Barroisiceras y Peroniceras, dos especies de caracoles que ya habían sido documentados en la región de Zumpango del Río, Guerrero”, agregó.
Con base en lo anterior, así como estudios similares, Villaseñor señaló la probable presencia de un mar interior o costas en Morelos. Además, este encuentro arrojaría luz sobre los ecosistemas marinos antiguos que alguna vez florecieron en la era de los dinosaurios.
“Sin duda, la presencia de ammonites en esta formación sedimentaria nos conecta con un pasado remoto lleno de misterios por descubrir”, finalizó.