Entre los mamíferos marinos, una especie se destaca por emprender vuelos fugaces fuera del agua.
Ya sea para ejercitarse, buscar comida o sencillamente para jugar, el salto de los delfines cumple con una gran variedad de funciones naturales. Y es que estos seres no sólo logran elevarse hasta alturas impresionantes para sus dimensiones, sino que también logran realizar piruetas en el aire que ningún otro animal puede imitar.
Hasta hace poco, la explicación de esta práctica era todo un misterio para la ciencia; sin embargo, una nueva investigación al fin reveló la razón detrás de estas increíbles habilidades.
Antes que nada, es importante mencionar que, para lograr dichos saltos, los delfines deben nadar a un ritmo acelerado. Se impulsan a sí mismos hacia arriba, para después llevar a cabo una maniobra en forma de espiral entre las olas.
Al igual que otros mamíferos, necesitan respirar para sobrevivir. Saltar les permite llenar sus pulmones de oxígeno, al mismo tiempo que se mantienen hidratados y a una distancia corta del agua salada.
Técnicamente, esta sería la razón principal por la que los delfines emergen del mar de esta manera; sin embargo, no es la única explicación.
Otro de los argumentos más sólidos que respaldan el salto de los delfines es la visibilidad que pueden ganar desde un punto de vista más elevado. Cuando saltan, pueden ubicar a otros miembros de la manada y localizar aquellos peces que forman parte de su dieta.
De igual manera, impulsarse fuera del agua les posibilita comunicarse con sus parejas o similares. Recordar que estos animales son capaces de establecer conexiones a larga distancia por medio de silbidos o chirridos.