Cada 27 de abril se conmemora el Día Internacional de Tapir, una fecha para reconocer una especie vital en los ecosistemas forestales de América Latina y el mundo.
Y es que estos animales son considerados como los “arquitectos” o “jardineros” del bosque, gracias a su capacidad de dispersar una gran cantidad de semillas provenientes de las plantas y frutas de las que se alimentan, permitiendo así que diferentes árboles y plantas crezcan sobre diferentes lugares.
Hoy en día, nuestra región alberga 3 de las 4 especies de tapir que existen alrededor del planeta: el de montaña o andino (Tapirus pinchaque), el de tierras bajas o amazónico (Tapirus terrestris) y el centroamericano (Tapirus bairdii).
En el caso de éste último, suele habitar por la Selva Maya de México, localizada al sureste del país. Ahí, el tapir centroamericano guarda una estrecha relación con las zonas húmedas, pues requiere consumir una gran cantidad de líquido durante la temporada de sequía, razón por la cual visita los cuerpos de agua regularmente.
De hecho, en la Reserva de Biosfera de Calakmul, Campeche, los investigadores han instalado una red de bebederos artificiales para atender las necesidades de estos seres. Además, colocaron cámaras trampa a fin de realizar un monitoreo de la especie, toda vez que se encuentra categorizada En Peligro, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La principal amenaza del tapir es la reducción y transformación de su hábitat, debido tanto a la deforestación como al crecimiento urbano. Aunado a ello, la cacería y los casos de atropellamiento son cada vez más frecuentes.