Los jaguares alguna vez vagaron por gran parte de Arizona y Nuevo México, incluso tan al norte como el Gran Cañón. Sin embargo, a lo largo de los siglos XIX y XX, los cazadores exterminaron a la población estadounidense del único gran felino de América del Norte.
Con una población de 200 felinos en la vecina Sonora, México, estos animales están deambulando cada vez más hacia el norte. Se han visto al menos siete jaguares machos en la parte sur del estado en los últimos 25 años, incluido uno que reside en el sureste de Arizona y otro puñado ha sido visto en México, cerca de la frontera durante el mismo período.
Ahora, los investigadores han capturado videos de un nuevo jaguar en un rancho en Sonora, un par de kilómetros al sur del lugar donde se cruzan Arizona, Nuevo México y México, y donde la construcción del muro fronterizo cesó hace solo dos meses. Este particular avistamiento fue una alegría para Ganesh Marin, estudiante de doctorado en la Universidad de Arizona y explorador de National Geographic, quien estudia la abundancia y el movimiento de la vida silvestre local utilizando una cuadrícula de alrededor de cien cámaras trampa en este rancho. “Fue como encontrar una aguja en un pajar”, dice.
Tal como destaca, su proyecto forma parte de un esfuerzo conjunto con la Universidad de Arizona y la Universidad de Wyoming en colaboración con Cuenca Los Ojos y miembros de Santa Lucía Conservacy, la Universidad Autónoma de México (UNAM) y el Phoenix Zoo.
El análisis de los videos tomados por cuatro cámaras entre diciembre de 2020 y marzo de 2021 muestra que el jaguar era el mismo macho joven, al que los científicos han llamado El Bonito. Encontrar un joven tan cerca de la frontera sugiere que el área de reproducción de la especie puede extenderse hacia el norte a medida que los felinos reclaman territorios antiguos, dice Gerardo Ceballos, investigador de la UNAM.
Asimismo, Ceballos menciona que este jaguar probablemente nació a menos de 97 kilómetros al sur, y que los animales "se están reproduciendo ahora en la puerta de los Estados Unidos". La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza enumera al jaguar como una especie casi amenazada debido a la pérdida de hábitat y a la caza furtiva, por ello, la especie está protegida por la Ley de Especies en Peligro de EE. UU.
Mientras tanto, un estudio publicado el 16 de marzo en la revista Oryx estima que gran parte del centro de Arizona y de Nuevo México es el hábitat principal del jaguar y podría mantener de manera conservadora una población de 150 animales o más.