Ivan Russev es un hombre de 63 años que durante buena parte de su vida se ha invoclurado con la fauna marina del Mar Negro, localizado entre Asia occidental y Europa oriental.
Sin embargo, desde el comienzo del conflicto entre Rusia y Ucrania en febrero pasado, el ecosistema ha resentido las hostilidades bélicas, pues alrededor de 5 mil delfines murieron en las proximidades de este cuerpo de agua.
En el transcurso de estos meses, Russev y su equipo se han dedicado a recolectar los cádaveres encallados en la costa ucraniana, catalogando la cuenta de muertes como “aterradora”.
“Empezamos a comunicarnos con nuestros colegas turcos, búlgaros y rumanos. Todos llegan a las mismas conclusiones: hay un número enorme de delfines muertos desde el inicio de la guerra”, denuncia Russev.
Al respecto, los especialistas aseguran que los primeros casos fatales se documentaron a principios de marzo. Y es que antes de la guerra en Ucrania, apenas se registraron 3 ejemplares encallados en la región; pero actualmente, la cifra supera los 5 mil mamíferos.