En una decisión histórica, España anunció la prohibición de la caza del lobo ibérico (Canis lupus signatus) en todo su territorio y además preparará un plan para su conservación. Es así que a partir de esta semana, dicha práctica en cualquier comunidad autónoma se consdierará como un delito penal.
Con ello, la subespecie de lobo ahora pertenecerá al Listado de Especies en Régimen de Protección Especial (LESPRE), una categoría que prohíbe su caza en todo el país ibérico con miras a proteger a la especie, la cual es considerada como una pieza importante en el ecosistema.
Recordar que hasta antes de este anuncio, la protección de estos ejemplares era parcial: al sur del Duero, la legislación únicamente permitía cazarlo con un permiso especial y bajo condiciones particulares, mientras que al norte del río (donde se distribuyen el 98% de las casi 300 manadas conocidas de la especie) el lobo ibérico se podía cazar bajo ciertas reglas, especialmente para evitar daños en la ganadería.
Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la medida que entró en vigor este pasado 22 de septiembre del 2021 reconoce “la importancia de la especie como patrimonio cultural y científico, así como por los servicios ambiantales que produce la presencia de este carnívoro en los ecosistemas”.
No obstante, parece que no a todos les entusiasmó la noticia. Y es que la decisión causó bastante polémica en distintas comunidades autónomas, como es el caso de Galicia, Cantabria, Asturias y Castilla y León, las cuales concentran a la mayoría de manadas de lobo ibérico en la península y anunciaron una próxima apelación a la nueva ley.
Asimismo, la medida provocó un descontento general dentro de la industria ganadera, ya que, históricamente, se ha asumido como una de las principales afectadas por la presencia del carnívoro en zonas dedicadas al pastoreo.