Animales vendidos, otros desaparecidos y unos más que fueron utilizados para convertirse en el platillo principal de la cena decembrina, son algunas de las irregularidades que arrojó una reciente investigación en el Zoológico de Chilpancingo, Guerrero.
Y es que durante las últimas horas se presentaron una serie de acusaciones contra el exdirector del inmueble, José Rubén Nava Noriega.
Según las denuncias, la administración de Nava Noriega arrojó la desaparición de un total de 27 ejemplares del zoológico, los cuales, posteriormente, se determinó que por lo menos la mitad fueron intercambiados a particulares por herramientas e insumos.
En dichos movimientos, el antiguo mandamás del recinto recibió un monto de casi 100 mil pesos, cifra jamás ingresada a la administración. Por su parte, la Dirección utilizó recursos económicos del parque para realizar comprar fantasmas.
Al respecto, Ángel Almazán Juárez, titular de la Secretaría de Medio Ambiente en Guerrero, detalló que entre los animales desaparecidos destacan cuatro cabras pigmeas, que fueron utilizadas para ser la cena de los trabajadores en una posada.
“Los cuatro ejemplares fueron sacrificados en las instalaciones y ahí mismo fueron cocinados. Aparte, se puso en riesgo la integridad de los trabajadores, porque se trata de carne no apta para consumo humano”, indicó.
De igual manera, el funcionario reveló que los especímenes intercambiados por herramientas e insumos son cuatro wuatusis y cinco borregos de Berbería. También, una cebra fue entregada a un particular en el municipio de San Juan del Río, Querétaro, a cambio de tres ciervos rojos (dos machos y una hembra).