Un grupo de científicos logró registrar el viaje más largo de migración hecho por un tiburón sedoso (Carcharhinus falciformis) hasta ahora. Durante 18 meses, el ejemplar recorrió 27 mil 500 kilómetros, partiendo desde la reserva marina de las Islas Galápagos, en Ecuador.
Para ello, los expertos de la Fundación Charles Darwin, en colaboración con el Instituto de Investigación Guy Harvey, la Fundación Save Our Seas y la Dirección del Parque Nacional Galàpagos, le colocaron un dispositivo de rastreo al depredador marino.
La cifra registrada constituye un récord al superar en casi seis veces a la marca anterior de la que se tenía conocimiento. Aunado a ello, ilustró el amplio uso del océano abierto por parte del tiburón sedoso, que va mucho más allá de las jurisdicciones nacionales de cada país.
En ese sentido, los involucrados urgieron la necesidad de establecer regulaciones para conservar la biodiversidad océanica.
Respecto al objeto del estudio, se trató de una hembra bautizada como “Genie”, en honor a la fallecida ecóloga de tiburones, Eugenie Clark. Durante su viaje, alcanzó una velocidad promedio de 50.67 kilómetros por día, una tasa considerablemente más alta que otras especies de tiburones de mayor tamaño previamente seguidos utilizando transmisores satelitales en la aleta.
“Comprender las rutas migratorias de los sedosos y otros tiburones amenazados es crucial para desarrollar estrategias de gestión efectivas a fin de revertir sus continuas disminuciones poblacionales a nivel global”, mencionó el líder del equipo, Pelayo Salinas.
“Los tiburones han estado recorriendo los océanos del mundo durante cientos de millones de años, y los límites geográficos que los seres humanos hemos establecido en papel no significa nada para ellos”, finalizó.