La empresa española Wonderflip ha creado el primer colchón amigable con el medio ambiente, ya que permite la reutilización y reciclado de sus materiales una vez terminado el ciclo de vida útil.
De acuerdo con la técnico de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la compañía, Ana Higueras, el colchón está basado en el concepto de economía circular, el cual pretende aportar una solución a los más de 30 millones de estos objetos que, en promedio, se desechan anualmente en Europa.
“Durante toda su vida, una persona puede llegar a generar hasta 200 kilogramos de residuos de colchones. Sin embargo, no existe un método de reciclaje y reutilización viable, y se estima que el 60% de un colchón acaba en el vertedero y el 40% restante es incinerado”, explica Higueras.
“Una vez ahí, además de los numerosos riesgos ambientales relacionados, un sólo colchón puede llegar a tardar hasta 100 años en descomponerse y, cuando son quemados, se emiten a la atmósfera gases de efecto invernadero y otras sustancias tóxicas como las dioxinas”, advierte.
Por estos y otros motivos, los colchones de Wonderflip pueden ser desesamblados y sus materiales transformados, por ejemplo, en relleno de cojines; una cama para mascota; o un tapete para hacer ejercicio.
Y es que cada una de las piezas se compone de materiales respetuosos con el medio ambiente, como algodón orgánico, lino y kenaf, con certificación de producción sostenible; así como otros reciclados, como el poliéster y el acero, que a su vez, evitan el uso de espumas tóxicas y materiales de origen animal.
El precio de los llamados “colchones verdes” ronda de los 150 hasta los 400 euros, dependiendo el tamaño. Según Higueras, aunque los materiales resultan costosos por ser de gran calidad, el costo final se ha ajustado al máximo para que pueda ser asequible para la mayor parte de la sociedad, y así poder contribuir en mayor medida a la solución de este gran problema ambiental.