Utilizando técnicas de inteligencia artificial, un equipo de científicos de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, descubrió que en el punto más alto del verano antártico (enero) más de la mitad (57%) de toda el agua de deshielo de las plataformas de hielo de la Antártida se mantiene en forma de aguanieve.
Este deshielo, que hasta ahora no se había cuantificado e incluso no se considera en los modelos climáticos, es capaz de afectar profundamente a la estabilidad de las plataformas de hielo y acelerar la subida del nivel del mar.
“Cada verano, a medida que el clima se calienta, el agua se acumula en la superficie de las plataformas de hielo flotante de la Antártida”, señala un artículo publicado en la revista Nature Geoscience.
“Nuestra investigación, junto a otras previas, han demostrado que los lagos superficiales de agua de deshielo pueden contribuir a la fractura y el colapso de las plataformas de hielo antárticas, ya que el peso del agua provocaría que el hielo se rompa, pero el papel del aguanieve en la estabilidad de las plataformas de hielo resulta más difícil de determinar”, explica.
Como conclusión, los especialistas creen que es probable que los lugares de la Antártida que actualmente no tienen agua o aguanieve poco a poco empiecen a cambiar.
“A medida que el clima continúe calentándose, se producirá más deshielo, lo que a su vez traerá consigo ciertas implicaciones para la estabilidad del hielo y el aumento del nivel del mar”, indicaron.