En algunas ocasiones, los perros, gatos y las mascotas en general pueden llegar a sentirse estresados, ansiosos y asustados; este tipo de situaciones resultan difíciles de manejar tanto para los dueños como para los animales de compañía.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Scientific Reports, más del 70% de los dueños de mascotas reportó tener algún tipo de problema de comportamiento con ellas, tales como sensibilidad al ruido; ansiedad por separacíon; e incluso, agresiones. Y muchos no saben qué hacer o cómo lidiar ante ello.
“Los perros y gatos no se despiertan una mañana y deciden hacerle la vida imposible a su dueño. Si ves cambios en su comportamiento, lo más probable es que haya algo que los esté estresando o haciendo que se sientan temerosos. Los animales no pueden usar palabras, por lo que su comportamiento se convierte en una forma de comunicación”, explica Leslie Sinn, veterinaria conductista y autora principal del estudio.
¿Para qué sirve un terapeuta de mascotas?
Lo primero que debes saber es que algunos problemas de comportamiento pueden estar conectados con problemas médicos, así que lo ideal es acudir con un experto para que le realice una revisión. Una vez que verifiques que tu mascota está sana, entonces es el momento de buscar un terapeuta, quien te ayudará con varias situaciones.
-Agresión: Según los expertos, la agresión es uno de los problemas más comunes. Un terapeuta podrá ayudarte a descifrar qué es lo que está provocando dicha situación y cómo solucionarlo.
-Ansiedad por separación: Este también es un problema común, en especial con perros que no están acostumbrados a estar solos. La soledad en caninos puede manifestarse en forma de ladridos, accidentes dentro de la casa, morder cosas y caminar excesivamente.
Los casos menores pueden ser solucionados por los mismos dueños; pero aquellos más graves sí que necesitan la ayuda de un profesional en la materia.
-Otros problemas: Un terapeuta también puede ayudar a encontrar una solución para los perros muy sensibles ante los sonidos fuertes, o con los gatos que tienen problemas con su caja de arena y prefieren no ir al baño.