Si eres dueño de un gato, seguramente te habrá pasado más de una vez esa situación donde se queda mirando fijamente a la pared o a la nada, y tú hayas querido salir corriendo, abandonar tu casa y en casos más extremos, llamar a un exorcista de felinos.
Y es que este comportamiento característico de la mayoría de los gatos ha puesto a más de uno con los pelos de punta. Pero…¿por qué lo hacen? ¿Acaso son capaces de ver o detectar presencias que los humanos no podemos observar?
Lo primero que debemos tener en cuenta antes de asustarnos es que donde nosotros no vemos nada, los gatos pueden ver mucho. A comparación de ellos, nuestra visión es un poco limitada y existen diferentes estímulos muy sutiles que no tenemos la capacidad de captar, y que los increíbles sentidos de los michis detectan rápidamente.
Sin embargo, la extrema capacidad de concentración de estos felinos no se puede explicar solamente por sus aptitudes visuales, sensoriales u olfativas. Dicha característica está relacionada a la sintonía entre sus sentidos, su cerebro e incluso, su cuerpo. En otras palabras, el simple reflejo de un pequeño insecto o una partícula de polvo en la pared puede captar la atención de los gatos por horas continuas.
El ritmo de vida al que nos vemos sometidos a diario, junto con el “bombardeo” de información, publicidad, imágenes y sonidos que recibimos minuto con minuto, dificulta enormemente nuestra capacidad de concentración. Esto ocurre porque nuestro cerebro se adapta para ignorar detalles y así, enofcar nuestra atención en lo que se considera realmente importante.
Por este motivo, si tu gato se queda mirando fijamente a la pared o a un punto en específico, no hay razón por la cual preocuparse. Al contrario, deberías sentirte impresionado por sus habilidades.