Mucho antes de que el último avión estadounidense saliera de Afganistán y así concluyeran casi 20 años de intervención dentro del país africano, organizaciones protectoras de animales tanto en Kabul como en Estados Unidos comenzaron a trabajar en la denominada “Operación Hércules”, una misión que tiene como objetivo evacuar a más de 50 perros que trabajaron con el ejército americano pero que no pudieron irse junto con los militares.
La desocupación se llevó a cabo en la madrugada del pasado 30 de agosto y, desafortunadamente, estos caninos se quedaron varados en el aeropuerto de la capital afgana.
Sin embargo, a pesar de que a primera instancia sonara como que los soldados dejaron a su suerte a los canes, la realidad es que ellos no podían salir del país con ellos. Y es que los Centros para el Control y prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) recientemente impusieron la prohibición de ingreso de perros y otras mascotas de ciertos países, entre ellos Afganistán.
Lo anterior se debe a casos de rabia y falsificaciones de certificación de vacunación de los animalitos. En otras palabras, aunque el ejército hubiera subido a los perrunos a los aviones de evacuación, no habrían podido ingresar a la unión americana.
Para fortuna de éstos, distintas organizaciones protectoras de animales como American Humane y Kabul Small Animal Rescue lograron ingresar al aeropuerto, tomado por los talibanes, para rescatar a los perros y llevarlos a lugares seguros.
A través de un comunicado, la organización American Humane hizo un llamado al Congreso para que catalogue a estos perros de trabajo entrenados al mismo nivel que los perros del ejército para que puedan viajar a Estados Unidos y los CDC les permitan la entrada. “Estos valientes perros hacen el mismo trabajo peligroso y salvan vidas que nuestros perros de trabajo militares, y merecen un destino mucho mejor que aquel al que han sido condenados”.
En este contexto, surgió la “Operación Hércules”, la cual ya empezó a gestionar los trámites necesarios y conseguir el dinero suficiente para poder evacuar a los caninos; primero a Alemania donde permanecerán en un periodo de cuarentena obligatorio y posteriormente a Estados Unidos.
Según los últimos reportes, falta muy poco para juntar el dinero necesario y así pagar el avión que evacuará a los perrunos entrenados, y se espera que los trámites queden listos en el transcurso de esta misma semana.