¿Últimamente has notado que tu mascota se comporta de manera diferente? Si tu perro o gato realiza acciones “extrañas” como lamerse demasiado, corretearse la cola (cuando ya no es cachorro) y cazar objetos inexistentes, podría estar sufriendo de depresión.
Y es que al igual que nosotros los seres humanos, los animales de compañía tienen sentimientos y, por ende, distintos factores les generarían un estrés crónico, cuyo estado final es dicho padecimiento.
Por este motivo, Alberto Tejeda, académico de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), recomienda a los dueños mantenerse siempre pendiente del comportamiento y estado de ánimo de nuestros compañeros de cuatro patas.
¿Qué detona la depresión en mascotas? El experto menciona distintos factores, entre ellos intentar adaptarse a un nuevo entorno y no sentirse del todo cómodos, así como someterse a entrenamientos violentos o perder un vínculo afectivo muy fuerte, ya sea con una persona u otro animal.
¿Cómo podemos ayudarlos? En primera instancia, Tejeda señala que cualquier anomalía relacionada a su comportamiento debe ser atendida por un especialista.
Sin embargo, cuando la depresión ya es diagnosticada, lo ideal es que los perros realicen actividad física y mental a través de juegos, donde se establezcan límites y reglas muy claras. En tanto, los gatos necesitan menos regaños, pues de recibirlos sentirán que los están atacando.