Para los amantes de las mascotas, salir a la carretera con su adorable compañero como copiloto es una experiencia única, sobre todo cuando el perro o gato le da el aire por la ventana. Sin embargo, esto es en realidad un gran error, ya que según los expertos, no le están haciendo ningún bien a su animal de compañía ni a ellos.
Pero…¿Por qué no es seguro que las mascotas se encuentren en el asiento del pasajero?
1.- Un accidente de este tipo sería mortal: Como sabemos, los accidentes pueden ocurrir de manera inesperada y en cuestión de segundos. Si bien es posible que los perros quieran andar todo el tiempo a lado de su dueño, el asiento del pasajero delantero resulta un lugar por demás peligroso.
Por si fuera poco, el riesgo de sufrir un percance aumenta por la falta de ataduras en las mascotas; y es que en la mayoría de los casos, a los perros que se les permite viajar en el lugar del copiloto no llevan ningún tipo de arnés o correa. Esto significa que, en caso de un accidente, existe una alta probabilidad de que la mascota salga disparada a través del parabrisas o alrededor del vehículo, provocándoles graves lesiones a él e incluso, a los demás pasajeros a bordo.
2.- Los airbags son peligrosos para las mascotas: De la misma manera de que no son seguros para los niños más pequeños, las bolsas de aire o airbags frontales pueden representar un daño significativo para los animales de compañía.
Según la Asociación Estadounidense de Medicina Veterinaria, un canino sentado en el asiento del pasajero o en el regazo del conductor puede salir gravemente herido e incluso morir a causa de una bolsa de aire.
3.- Las mascotas también son una fuente de distracción: Si bien a los dueños de las mascotas les puede parecer lindo llevar a su compañero peludo consigo mientras manejan, esto podría significar un gran riesgo para todos. Y es que de acuerdo con la agencia de seguros AAA, aproximadamente el 29% de los dueños admiten que sus perros los distraen mientras manejan.
¿Cómo se puede evitar un accidente cuando hay una mascota? Primero que nada, nunca será una buena idea que el perro o gato viaje en el asiento del pasajero de adelante, no importa lo adorables que se vean. Lo ideal es que ellos se ubiquen en el asiento trasero y preferiblemente siempre estén sujetos.