No cabe duda que la forma de ser de las mascotas está influenciada por múltiples factores, tales como la actitud de sus dueños; el adiestramiento; la socialización durante las etapas más tempranas de su vida; y la experiencia adquirida en momentos específicos.
Sin embargo, en el caso de los gatos, un grupo de investigadores recientemente demostró que su “personalidad” podría estar relacionada con el color de pelaje.
Los veterinarios de la Universidad de California, en Estados Unidos, descubrieron que existe un vínculo entre el comportamiento de los mininos y su tono de piel; es decir, que hay algunos felinos que cuentan con actitudes más agresivas o tranquilas dependiendo su color.
Para llegar a estos resultados, el equipo de especialistas realizaron un total de 1,274 encuestas a dueños de gatos, en las cuales ellos debían especificar las actitudes e interacciones que tenían con su mascota tomando en cuentra tres actividades: visita al veterinario, viaje en coche y convivencia en casa.
De acuerdo con Elizabeth Stelow y Felipe Kass, líderes de la investigación, no hubo alguna diferencia en los primeros dos escenarios.
“El análisis de agresividad durante el manejo como en las visitas al veterinario mostraron poca diferencia entre los colores del pelaje en estos entornos. En ambos eventos, los gatos presentaron una `personalidad´ hostil sólo cuando estaban cerca de personas desconocidas, mientras que con sus propietarios la actitud cambiaba por completo”, explicaron.
Pero para sorpresa de los mismos, los peludos participantes sí que exhibieron una diferencia en su forma de ser dentro del hogar. Por ejemplo, los ejemplares color naranja y bicolor (blanco con negro y gris con blanco) resultaban más agresivos con las personas, mientras que los de un sólo color, como gris, negro o blanco, eran más serenos.