Según un reporte emitido por la Asociación de Productos para Mascotas (APPA), 56 millones de gatos y 50 millones de perros tienen sobrepeso. Para los científicos, la obesidad en mascotas tiene una estrecha relación con los hábitos de sus dueños, entre ellos la mala alimentación y el sedentarismo.
El sedentarismo y los malos hábitos alimenticios no son exclusivos de los seres humanos ya que también provocan problemas de sobrepeso y obesidad en perros , gatos y otros animales de compañía, pero se destaca que la principal causa de esta condición —en la mayoría de los casos— se encuentra asociada con el estilo de vida de los dueños de las mascotas, afirmó Ylenia Márquez Peña, profesora de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM.
La especialista señaló, en un comunicado de la universidad, que se ha comprobado que las personas con horarios de comida cambiantes, que consumen alimentos ricos en carbohidratos, azúcar y grasas y no tienen actividad física, reproducen estos comportamientos en sus mascotas.
También abundó que, además, “creen que para consentirlas las deben alimentar constantemente, incluso les dan de su comida, les ofrecen galletas o una ración extra como premio cuando hacen algo bien”.
Explicó que un perro tiene obesidad cuando su masa corporal supera en 20 por ciento el peso que le corresponde, ello de acuerdo con su edad, sexo y raza, pues algunas tienen cierta predisposición genética a aumentar los kilos, como es el caso del golden retriever, labrador y cocker spaniel, precisó.
En el comunicado de la UNAM se destaca que muchas personas llevan a sus animales de compañía al Hospital Veterinario de Especialidades de la FMVZ no por la obesidad, sino por otros padecimientos asociados como la diabetes; problemas articulares, cardiacos o circulatorios; dificultad de movimiento e incluso cáncer.
“Consideran que si sus mascotas están gordas son más graciosas y saludables; sin embargo, deben entender que no es así”, advirtió Márquez Peña.
La especialista en pequeñas especies expuso que además de la alimentación, otro factor que aumenta el riesgo de obesidad es la esterilización, pero también se puede controlar.
“Al practicar la cirugía se recomienda a los dueños ajustar las porciones de comida y aumentar la actividad física”, abundó.