Para nosotros los seres humanos y el resto de animales vertebrados, el bostezo es un reflejo involuntario, el cual ayuda a mantener la cabeza fría y es el resultado que produce la circulación sanguínea dentro del cráneo.
A lo largo de la historia, esta acción ha sido estudiada por un sinfín de científicos; sin embargo, aún no se sabe con exactitud por qué se realiza.
Algunos estudios apuntan que bostezar se encuentra ligado con la fatiga, pero en otras ocasiones sólo es una acción contagiada, ya sea por una persona o incluso tu mascota.
Hablando de animales de compañía, académicos de la Universidad de Tokio, en Japón, recientemente revelaron qué puede haber detrás del bostezo de nuestros perros.
De acuerdo con la investigación publicada en la revista PLoS One, estos animales domésticos son capaces de replicar el bostezo de sus dueños según el nivel de apego social que tienen con los mismos.
En ese sentido, los expertos detallaron que si el acto está relacionado con la capacidad de empatía, podría convertirse en una poderosa herramienta para explicar la raíz de dicha capacidad en la evolución animal, por lo que se debería ahondar más en el tema.
“Tras observar a 25 perros de diferentes razas, llegamos a la conclusión de que los canes son propensos a bostezar después de que vieron que lo hacía su propietario”, explicó Yoshikazu Hasegawa, uno de los autores principales.
“La evidencia empírica de animales y humanos muestra que no se requiere la presencia de señales acústicas para provocarlo, ya que sólo la vista es suficiente”, precisó.
Pero eso no es todo, pues los especialistas también determinaron que el contagio de bostezo en perros se puede interpretar como una respuesta a un sentimiento de amor. En otras palabras, entre más cariño tenga la mascota hacia su dueño, será más fácil que lo imite.