Un nuevo informe publicado por la ONG noruega GRID-Arendal, en colaboración con la ONU, reveló que, al igual que como sucede con el mar, las montañas están llenas de desperdicios, y el plástico es el más abundante de ellos.
De acuerdo con el documento titulado “Plastic on peak”, que incluye un sondeo entre montañeros de más de 70 nacionalidades, los residuos pueden encontrarse en todas las cordilleras del mundo, por lo que tanto habitantes como visitantes exigen más educación sobre el impacto de la basura, así como opciones alternativas más sostenibles y reutilizables.
Entre los restos encontrados, destacan los plásticos duros, pues con un 88% son los más abundantes. Sin embargo, también los desechos orgánicos, como papel higiénico y toallitas húmedas usadas, suponen un grave riesgo, especialmente en la posible contaminación de fuentes de agua.
Para GRID-Arendal, mejorar la responsabilidad individual será clave para reducir la basura en las montañas, lo anterior a través del principio de “no dejar rastros”.