Las zonas afectadas por un incendio forestal pueden tardar entre uno y 5 años en recuperarse, mientras que un centímetro de suelo fértil necesitaría alrededor de 500 años, advirtió recientemente el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Por este motivo, la organización hace énfasis sobre la importancia de trabajar en la prevención de esos siniestros.
“Los llamados incendios forestales de sexta generación son más violentos e incontrolables que los conocidos hace unos años, ya que pueden arrasar miles de hectáreas en una sola hora e incluso poseen la capacidad de modificar las condiciones meteorológicas”, explicó Lourdes Hernández, técnica especialista en desastres.
“Si bien ya existen ecosistemas adaptados a los incendios, pues el fuego forma parte de su funcionamiento y tienen cierta resiliencia al mismo, la actividad humana también ha ayudado a modificar la frecuencia, intensidad y extensión de los mismos”, precisó.
Para hacerle frente a esta situación, la especialista mencionó que las técnicas actuales deben empezar a contemplar el impacto del cambio climático; mientras que las estrategias tienen que brindar oportunidad de empleo a la población local, así como promover actividades económicas para obtener un territorio más vivo y evitar el abandono, otro de los grandes problemas del mundo rural y un factor que ayuda a que se propaguen los grandes incendios.