El efecto invernadero es un fenómeno natural que ha existido en la Tierra desde millones de años atrás y que existe en otros planetas como Venus.
El Sol emite gran cantidad de energía conocida como radiación infrarroja, esta llega hasta nuestro planeta y una parte de ella se refleja hacia el espacio gracias a la atmósfera que nos mantiene protegidos. Sin embargo, otra parte logra atravesar la atmósfera y alcanza la superficie terrestre, calentando el suelo. Más tarde, el calor saldrá despedido de nuevo de la superficie terrestre para regresar al espacio.
Pero nuestro planeta es una burbuja en sumo asombrosa que tiene los componentes para funcionar de manera adecuada para la vida. La atmósfera nos protege de la radiación solar, pero también se encarga de atrapar el calor necesario para que la vida exista en el proceso conocido como efecto invernadero. Si esta no lograra capturar el calor proveniente del Sol, la temperatura media del planeta sería de -18°C.
Y aquí surge la pregunta de por qué si el efecto invernadero es necesario para la vida, ahora está causando estragos en el equilibrio planetario. La respuesta resulta sencilla aunque compleja de comprender; como todo, el exceso resulta contraproducente y el equilibrio es siempre la vía.
La composición de la atmósfera se distingue por su complejidad, dentro de ella existen distintos tipos de gases, siendo el nitrógeno, oxígeno y argón los que se encuentran en mayor cantidad. No obstante, también están presentes otros gases como el vapor de agua, el metano, óxido nitroso, el ozono y el dióxido de carbono.
Todos juntos están en equilibrio atmosférico, es decir que la alteración en el volumen de cualquiera de estos resultará en un desajuste del escudo protector de la vida. Justamente aquí es donde entre la incidencia del hombre y el devastador aumento del efecto invernadero que está acabando con la biodiversidad del planeta.
El mayor motor de la humanidad actualmente es el carbono y los combustibles fósiles que provienen de él. La mayoría de los vehículos alrededor del mundo utilizan estos combustibles, que al quemarse desprenden gases tóxicos a la atmósfera conocidos como emisiones de carbono y que son de efecto invernadero.
Estos generan una capa nubosa que mantiene el calor y no lo deja escapar hacia el exterior. Como consecuencia tenemos el calentamiento global que año con año eleva la temperatura promedio de la Tierra. Distintos efectos se desprenden del calentamiento, como el derretimiento de los polos, la pérdida del equilibrio de los ecosistemas y la elevación del nivel del mar.