Las tecnologías sostenibles son bienvenidas en todos los sentidos, ya que ayudan al humano a mantener una relación amistosa con el planeta. Con esa mira, surgieron los campos de cultivo luminiscentes con tecnología fotobiológica, que a la par de hacer equipo con la naturaleza, nos brindan una dosis de estética y deleite visual.
En los Países Bajos, en un área de 20 mil metros cuadrados de campos de cultivo de puerro, miles de líneas horizontales se iluminan con luces rojas, azules y ultravioleta en una danza hechizante. Así es la nueva instalación de Daan Roosegaarde que ilumina la práctica de la agricultura moderna.
Grow es el nombre que el diseñador holandés ha dado a esta simbiosis entre los campos de cultivo y la instalación de tecnologías luminiscentes llamada fotobiológica. El proyecto nos brinda un deleite visual que pocas veces podemos observar, pero también tiene un objetivo sumamente práctico. Roosegaarde se inspiró en fórmulas científicas de luz que mejoran el crecimiento. Además de la resistencia de las plantas, por lo que ayudan a reducir el uso de pesticidas hasta en un 50%.
La importancia de la agricultura no puede dejarse de lado, pocas veces somos conscientes de que enormes áreas de nuestro planeta tierra nos están alimentando. Es la madre tierra alimentando a sus hijos en un estado de conexión etérea. Por esto, Daan rescata la importancia de visibilizar la agricultura, dotándola de luces danzantes en un escenario cuasi onírico.
Mensaje de luz en tiempos de oscuridad
El mensaje que el artista multifacético envía a la humanidad es de crecimiento. La luz ilumina el camino de las plantas para estimular su crecimiento, formando una especie de simbiosis sostenible. Si lo miramos desde una perspectiva analógica, es una esperanza de luz en tiempos de oscuridad que nos invita a crecer y superar los malos momentos.
En palabras de Daan “Grow es el paisaje onírico que muestra la belleza de la luz y la sostenibilidad. No como una utopía sino como una protopía, mejorando paso a paso”.
La obra de arte fotobiológica en los campos de cultivo, es parte del programa de artistas en residencia de Rabobank.
Daan Roosegaarde y su equipo de diseñadores y expertos desarrollaron GROW durante dos años, informados por sesiones de conocimiento de expertos en Studio Roosegaarde, Wageningen University & Research, Springtij Forum y el Foro Económico Mundial en Davos. Es el primero de una serie de paisajes oníricos que muestran la belleza de combinar el arte y la ciencia para crear un mundo mejor.