Los grandes desastres que se registran en distintas partes del mundo, de origen natural o por accidentes debidos al comportamiento humano, están mucho más interconectados de lo que parece y todos tienen relación con el cambio climático actual, informó un artículo publicado por la Universidad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El estudio en cuestión se centra en diez fenómenos altamente destructivos con la vida humana y el medio ambiente registrados entre 2020 y 2021, los cuales van desde inundaciones en Vietnam hasta la trágica explosión del puerto de Beirut en el Líbano.
Un ejemplo de cómo los desastres se interrelacionan se ejemplifica en el rápido deshielo del Ártico, que el año pasado ocasionó el desplazamiento inusual de corrientes de aire frío que llegaron hasta Texas (Estados Unidos), un estado donde jamás se habían registrado temperaturas bajo cero.
En otro ejemplo, la pandemia por el nuevo coronavirus dejó a cientos de miles de personas sin ingresos en el subcontinente indio, lo que causó el retorno a sus lugares de origen de enormes contingentes de personas hacia Bangladesh, donde ocuparon infraviviendas que no resistieron la llegada de la época de los ciclones, produciéndose entonces una gran mortalidad debido al virus y las inundaciones.
En resumen, destaca el informe, la mayoría de catástrofes naturales y grandes accidentes se deben a tres factores interrelacionados:
1.- Las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por el ser humano.
2.- La insuficiente gestión del riesgo de desastres.
3.- El hecho de subestimar los costos y beneficios medioambientales en la toma de decisiones.
Por último, el informe también destaca la influencia del comportamiento humano en las cuestiones ambientales. El caso más reciente es el de la alta demanda mundial de carne, la cual se está multiplicando exponencialmente la necesidad de soja como alimento animal, llevando a la destrucción miles de hectáreas de selva para el cultivo de esta planta.