Con miras al año 2030, el Vaticano renovará gradualmente toda su flota de vehículos a fin de que todas las unidades sean eléctricas, esto como parte de un plan para implementar una red de carga en su territorio y los alrededores.
Así lo dio a conocer este viernes el gobierno del Estado religioso, tras firmar un acuerdo con la marca automotriz alemana Volswagen para renovar su parque automotor a través de sistemas de alquiler a medio y largo plazo.
“La estrategia pretende sustituir progresivamente los vehículos de propiedad estatal por vehículos eléctricos, e implementar una red de carga propia en el territorio del Estado Vaticano y en áreas extraterritoriales de la ciudad de Roma y ampliar su uso a los empleados”, detallaron las autoridades en un comunicado oficial.
En ese sentido, también se comprometieron a asegurar que la alimentación de las estaciones de carga provenga, exclusivamente, de fuentes renovables.
“El Vaticano se compromete a alcanzar la neutralidad climática mediante un uso responsable de los recursos naturales, la ejecución de proyectos destinados a la eficiencia energética y la mejora de nuestros activos tecnológicos”, concluye el boletín.